Con ánimos renovados y después de un año de trabajo en gabinete para procesar toda la información de la pasada campaña, nos encontramos de nuevo en Cancelo, un año más, para comenzar los trabajos arqueológicos en el yacimiento de Cova Eirós.
Lo cierto es que el "mono de excavar" ya llamaba a nuestra puerta y se nos hacía tarde el momento de coger de nuevo el cuchillo y el pincel. Sobre todo bajo un paisaje tan idílico como el que nos ofrecen las tierras lucenses. Buena comida, tranquilidad, grata compañía y restos arqueológicos ¿Qué más se puede pedir?
Hoy comenzaremos los trabajos e iremos narrando los avances que tengan lugar en el tiempo que dure nuestra estancia. Lo primero que hemos hecho ha sido evaluar el estado en el que se encuentra la cueva tras el paso del frío invierno y observar si las pinturas han sufrido más de lo normal con la humedad.
El siguiente paso consiste en retirar el geotextil para dejar al descubierto el sedimento que vamos a ir excavando y que se ha cubierto para evitar desperfectos y deterioros en el mismo. A continuación se toman las cotas del inicio de campaña para compararlas con las cotas que se recogerán al final, tener una referencia y saber cuántos centímetros se han excavado.
Se prosigue con el montaje del sistema eléctrico que nos permite observar con claridad los vestigios que encontramos y con la posterior limpieza de los perfiles y el sedimento de los distintos niveles que se van a excavar.
Con la instalación eléctrica montada, comenzamos a excavar en el nivel 3 y el nivel 4. Y hemos descubierto el primer diente de oso de esta campaña.
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