La campaña de excavación sigue su curso. Después de diez días de trabajo, los materiales arqueológicos continúan aflorando sin descanso y a estas alturas ya contamos con más registros que en toda la campaña anterior. Pero para poder registrar estos materiales es necesario que pasen por una serie de fases de trabajo de laboratorio. Primero se revisa que los datos tomados en campo (material y medidas) son correctos, posteriormente se lavan y se extienden en mesas para que sequen.
Cada pieza debe de ir acompañada de una bolsa que contiene una etiqueta en la que se encuentran recogidos los datos de la misma. Pero para poder manipular estos elementos sin riesgo de descontextualizarlos, es necesario siglar cada pieza.
Hay múltiples formas de siglar las piezas arqueológicas, pero nosotros lo hacemos de una manera tradicional, dando en primer lugar una capa de esmalte de uñas y escribiendo los datos encima con un estilógrafo. Por último y una vez que ha secado la tinta, se le da otra capa de esmalte para sellar y proteger la sigla.
Además del ritmo frenético de excavación, también hemos recibido un gran número de visitantes desde diversos puntos de Galicia y del extranjero. Procedentes de lugares como A Guarda, Vilavella, Triacastela, Santiago de Compostela o incluso Colombia. Se han acercado para conocer de primera mano el yacimiento y los avances que se están produciendo este año en el mismo.
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